La Odontopediatría
La Odontopediatría es una especialidad de la rama de la Odontología, su campo de acción se centra en los bebés, niños y adolescentes. La Odontopediatría debería ser la rama más importante de la odontología, pues se encarga de la prevención de las enfermedades orales, en especial de la caries y enfermedad periodontal. El especialista en odontología infantil se denomina odontopediatra y es quien diagnostica y trata bebés, niños y adolescentes. Detecta además alteraciones de posición, crecimiento de los maxilares y dientes, las cuales deben ser abordadasy corregidas en fases tempranas a fin de evitar maloclusiones dentarias.
La Odontopediatría actual realiza tratamientos preventivos, como aplicación de flúor y sellantes, así como restauraciones leves y profundas hasta pulpotomías (endodoncias) o cirugías bajo sedación consciente o anestesia general.
La principal diferencia entre la odontología general y la Odontopediatría, es el enfoque de prevención que se le da, la Odontopediatría tiene por objetivo evitar las complicaciones de las enfermedades infantiles en la vida adulta.
El Odontopediatra es el profesional que tras terminar su formación como dentista general ha realizado un curso de post-grado (de especialización) en la atención integral del niño y del adolescente, tanto en odontología general como en ortodoncia.
¿Qué es el odontopediatra, dentista para niños u odontólogo infantil?
El Odontopediatra está especializado en todo lo referente a odontología de bebés, niños y adolescente, esto implica el conocimiento del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades orales del bebé, el niño y el adolescente. Lo primero que ofrece el odontopediatra es un ambiente agradable para que sus hijos tengan una linda experiencia.
El primer reto del odontopediatra es vencer la barrera en los niños, algunos son niños temerosos o ansiosos, algunos con habilidades especiales. Cada paciente es un pequeño reto.
A este temor a lo desconocido, en muchos casos hay que sumarle el dolor o la incomodidad que el niño presenta, incluso esto se profundiza con unos padres o tutores nerviosos.
Lo primero a lo que recurren los niños ansiosos, con miedo o temerosos, es al llanto.
El odontopediatra está capacitado para su manejo, muchas veces con un tono de voz fuerte e imperativo, y otras veces con muestras de afecto y comprensión, incluso cargando a los niños y con canciones.
El odontopediatra debe ser el hada de los dientes, y a la vez el ángel de la guarda de sus hijos. El padre debe facilitar la empatía con el odontopediatra viniendo desde casa, hablándole de lo bonita que será su experiencia en la clínica odontológica infantil.
Se recomienda felicitaciones extensa por parte de los padres, ante comportamientos positivos de los hijos, premiarlos (no con dulces obviamente), y mostrar paciencia y comprensión, actitudes que faciliten la adaptación del niño a su nueva aventura.